La maison française


América se apoyo delicadamente sobre el hombro de Julian. Se acurrucó y siguió dormitando, mientras que él, a su vez, bajo la cabeza hasta dar con la suya. El viaje en tren estaba haciéndose interminable, y el calor resultaba asfixiante.

La madre de América se abanicaba con un folleto mientras observaba la tierna imagen. Julian era un amigo de la familia desde hacia mucho tiempo, y ella siempre lo había visto como el tío que su hija nunca tuvo. Era simpático y la hacia reír como loca. Julian adoraba a la pequeña.

Lo cierto es que lo que la madre veía como una imagen de cariño casi paternal eran en realidad dos amantes recostados. Dos personas que, en los rincones más ocultos de una vieja casa francesa, se habían entregado sin reparos, más por no contener el deseo que por un amor o una pasión claros. Ella le provocaba, él le seguía el juego. En las largas tardes de verano, cuando el calor pegaba la ropa a su piel brillante y joven, entre los viñedos, con sólo un camisón, ella le esperaba. Y el siempre acudía a ella. La necesitaba.

Pero eso había quedado atrás hace mucho. Lo que empezó como un juego ocasional entre una niña y un joven se había convertido en una relación de más de cuatro años. Cuatro años de encuentros furtivos, de falsas excursiones escolares, de un deseo ardiente que poco a poco se transformaba en amor, en abandonar la cama para hablar en el salón, en una extraña complicidad cuando se reunía toda la familia.

Era cierto, Julian adoraba a América.

Verano 2oo9


Probablemente haya sido el mejor verano de mi vida. Me han pasado muchas cosas tristes, pero las alegrías las superan con creces. Miles de momentos inolvidables, locuras irrepetibles, risas y sonrisas contagiosas y secretos al oído.
Espero que marque el comienzo de un curso increíble.... incluso mejor que el anterior (y es un verdadero reto)

Gracias a todos los que me leéis y me dejáis comentarios. ¡¡Cuando miro el blog y veo que tengo alguno ya me alegráis el día!!

Feliz rentrée a todos y todas!!

foto: yo y amy saltando al mar. primer viaje sola con mis amigas :)

París


– ¿Eva?¿Evaaa?– nada más entrar en casa, ví la bolsa de la compra sin colocar en la cocina. Había varias cosas que tenían que estar metidas en el congelador. Los helados se habían derretido.

Caminé por la casa con cuidado, hasta llegar a nuestro dormitorio. La terraza estaba abierta y Eva estaba fuera, apoyada en el balcón, fumando. No se había dado cuenta de que estaba detrás de ella.

– ¡Eva, joder, estaba todo fuera de la nevera y..!– Eva se giró. Tenía los ojos vidriosos y me miró fríamente.– ¿Qué te pasa?

– Estoy perdida, Lucas. No se qué me pasa, no se lo que quiero. Estoy cansada, vago sin rumbo, no conozco a nadie aquí. Me paso el día tirada en casa sin hacer nada. Adoro París y sin embargo no soy capaz de salir del rellano para descubrirlo. Yo... no se qué hacer. Me siento sola, abandonada,...

– Pero no estas sola, Eva. Yo estoy aquí, contigo.

– No – Eva me miró fijamente– Tu ya no estas aquí, Lucas. Te fuiste hace mucho.

La miré, y no fui capaz de decirle nada. Así que cogí un cigarro de la cajetilla y me puse a mirar la ciudad del amor con mi ex.

Delicada


Le gustaba verla desde el marco de la puerta. Se colocaba el mandil de cuadros y anudaba un lazo detrás que siempre quedaba perfecto. Después se recogía el pelo con una pinza. Este era su momento favorito. Tenía el pelo corto y por eso siempre se escapaban unos mechones, pero su nuca, blanca y delicada, quedaba desnuda. Le encantaba cuando se cogía los mechones y los retorcía, y se formaban pequeños bucles.

La cocina era pequeña y tenía los muebles lacados de blanco, y cada uno de los tiradores y pomos era diferente. Ella los había escogido en diferentes tiendas y fábricas, y también había traído alguno de sus viajes. La encimera era vieja, y tenía ya varios cortes y marcas. El fregadero era redondo, y en él estaban todavía las tazas y platos del desayuno. La nevera tenía también muchos años, pero como estaba lacada a juego con el resto de la cocina, no pegaban imanes, sino post-its. Con mensajitos de amor, o listas de la compra, o citas con el dentista,... Encima había un frutero blanco con rayas azules. Entre la fruta, ella había puesto flores que cogió de la terraza.

Se quedó mirándola mientras medía la pasta y ponía a hervir el agua. Se escondió cuando fue hacia la nevera para buscar el bacon y la nata. Cuando volvió a la encimera, puso la radio que estaba apoyada sobre los libros de cocina y empezó a sonar "Hot stuff" de Donna Summer. Empezó a tararearla mientras sonreía.

Entonces él entró en la cocina de golpe, y ella se sorprendió, mirándole como a un extraño.

– ¿Qué pasa? Yo también ayudo a veces. Voy a lavar lo del desayuno.

El pacto


Se rompió el pacto. El famoso pacto. Cuando eran pequeños, Karmen y sus dos mejores amigos hicieron un pacto infantil, uno de esos tratos de niños. Nunca fumarían. Fumar era algo asqueroso, te ponía los pulmones negros, te ahogaba. Y ellos quería vivir, vivir siempre juntos.

Daniel fue el primero en empezar. Lo cierto es que su vida siempre fue un poco extraña y diferente. Si empezó o no por influencia de las malas compañías es algo que nunca supo. Puede que si, o puede que sólo fuese una vía de escape de una vida complicada e intranquila. Fumó su primer cigarro a la temprana edad de 13 años. Y dejó de ser un niño con la primera calada.

David fue el siguiente. Quizá el empezó por motivos más comunes. En una fiesta en casa de un amigo, uno te pasa un pitillo y tu piensas “¿Por qué no?”. Sin embargo, fue el que peor acabó. Puede que aplicase ese mismo pensamiento a todo lo que le pasaban en las fiestas, y de ese modo entró en un torbellino de adicciones y autodestrucción, más de lo que su cuerpo podía aguantar. Empezó a los 16 años, pero el ritmo de vida que llevaba, de desenfreno, le impidió llegar a los 20. Falleció pocos días antes de San Juan, su fiesta favorita. Ni Daniel ni Karmen fueron al entierro.

Ella fue la última. Tampoco fue premeditado. En un descanso en la biblioteca, con los exámenes finales a la vuelta de la esquina, consideró que un par de caladas le ayudarían a rebajar la tensión. Tenía 19 años.

Y mientras notaba el humo dentro de su cuerpo, y lo veía salir, se acordó de aquel pacto. Aquel pacto de niños, que había hecho con sus dos mejores amigos de infancia, se había roto. Se acordó de ellos, de los dos. Los recordaba con cariño, y una sonrisa de complicidad se dibujo en su boca. A pesar de que ya no eran amigos, y de que todo había quedado atrás, siempre se acordaría de ellos cada vez que encendiese un cigarro. Y cogió el mechero.

Hipócritas


Apoyada en la pared, Paula jugaba al solitario en su ordenador. Al otro lado de la cama, Demi y Jacob, sentados uno al lado del otro, miraban la tele. El resto del grupo se repartía por la habitación.

Fue un comentario cortante, como era habitual entre ellos, lo que desató la pelea. Los demás ni siquiera se percataron hasta que Paula cerró el ordenador de golpe y salió de la habitación, furiosa. Nadie la siguió, sólo se oyó un portazo y cómo bajaba las escaleras a trompicones.

– Oye, sé que no os lleváis muy bien, pero haz un esfuerzo. Es mi amiga, es importante para mi – Demi miraba a Jacob, y éste la miró de mala gana – ve a pedirle perdón, no seas borde.

Jacob salió y alcanzó a Paula antes de que saliese al jardín. La agarró del brazo mientras ella forcejeaba y evitaba mirarle a la cara. Finalmente se dio la vuelta y le miró a los ojos, directamente. Su maquillaje estaba corrido y se había mordido los labios. Se zafó de Jacob y se alejó.

– ¿Por qué lo haces? ¿Por qué eres así conmigo? Eres una mala persona, una muy mala persona. Eres cruel y mezquino, y mentiroso... – Jacob se abalanzó sobre ella y la besó, rodeándola, alzándola en la pared. Paula le miró, con la voz todavía temblando – Esto está mal, Demi esta arriba. Ella te quiere y a mi me importa. No le hagas esto, Jacob.

– Oh vamos, no seas hipócrita – y volvió a besarla, y se besaron, de un modo desgarrador y animal, con pasión y desenfreno.

– Te odio, capullo – susurró Paula, y sonrió en su boca.

Poppy


Poppy se despertó antes de que sonara el despertador. Abrió los ojos parpadeando muchas veces mientras se acostumbraba a los rayos de luz que se colaban por las rendijas de la persiana. Estiró los dedos de los pies mientras se le dibujaba una sonrisa en los labios, y abrazó la colcha por última vez antes de levantarse.

La madera del piso estaba fría, pero ella siempre se ponía calcetines para dormir, así que le era indiferente. 

Nada más apoyar los pies en el suelo, sonó el timbre de la entrada. ¿El cartero? Imposible, sólo eran las ocho y media de la mañana. ¿La portera? La señora Millavans no acostumbraba a subir a los pisos. Quizá era su madre, o su hermana, y había ocurrido una desgracia.

Se puso el jersey que tenía a los pies de la cama y corrió hacia la puerta de entrada. Al abrirla, se encontró a Damien de frente. Él la miró de arriba abajo, y se quedó mirando sus piernas, desnudas y que empezaban a esconderse la una tras la otra, como hacía siempre que se ponia nerviosa.

- Hola, Pop.
- ¿Qué haces aquí?- preguntó ella mientras le miraba como quien mira a un fantasma.
- Yo.... te echaba de menos Pop.
- ¿Y qué? ¿Qué se supone que significa eso?
- Significa.... que llevas puesto mi jersey- y sonrió, y vio como ella esbozaba una sonrisa pequeñita, de niña, como siempre que perdía una discusión y no quería reconocerlo.

Aprendiendo del coraje


Cuando estas en el fondo, en lo más hondo del pozo más profundo, ¿qué haces?. No tienes más fuerzas para hacer nada, y lo único que te apetece es quedarte allí, encogida y enroscada en tu propio cuerpo agotado, sin fecha para salir de la oscuridad. Pero no puedes quedarte, porque empezarás a tener frío y cuando veas la luz la confundirás con dolor y querrás volver al rincón en el que te escondías.

Aun así, salir es difícil. No tienes fuerzas para escalar,no quieres moverte ni ir a ninguna parte y puede que, en el fondo, aunque no quieras reconocerlo, el dolor te reconforte y quieras quedarte allí, solo para pensar que por un momento puedes esconderte del mundo. Y quizá soñar con que alguien te busque.

Es en esos momentos, los mas dolorosos de mi existencia, en que pienso en ti. Y pienso que me gustaría llamarte y decirte que vengas a buscarme, que me tiendas una cuerda que yo cogeré sin pensar para volver a estar contigo. 

Pero no lo hago, nunca, y reprimo mis sentimientos. Por miedo, por vergüenza, por resentimiento,... porque no quiero que descubras que te sigo echando de menos, y que eres la única persona en que confiaré siempre, de la que nunca dudaré.

Sé que tú me olvidaste, puede que en realidad nunca pensases en mí como yo lo hice, ni pensases en un nosotros. Pero imaginar que sí lo hiciste es lo único que me ayuda a distinguir el leve rayo de luz que me ilumina cuando estoy allí abajo, y a saber cuando tengo que atraparlo.

Porque tú no vendrás, nunca. Y yo nunca tendré coraje para llamarte...

Sisters


Maggie se sentó en el césped y se bajó las calzas del uniforme hasta los tobillos. Yo me senté a su lado y me quité los calcetines mientras me subía la falda. Hacía poco que el calor había vuelto a la ciudad y por eso íbamos todos los recreos a tomar el Sol. Yo siempre me sentaba con mi hermana y después nos apoyábamos estratégicamente la una en la otra, consiguiendo una calma y quietud envidiables.
- Kate, hoy me he dado cuenta de que quiero hacer muchas cosas en mi vida, y no se si me dará tiempo- Maggie me miró frunciendo el ceño, cegada por el Sol.
- ¿Cómo no te va a dar tiempo? Todavía tienes doce años, te queda toda tu vida por delante... ni siquiera tienes deberes de verdad, como los míos.
- Aún así, creo que debería hacer una lista para no olvidarme de nada- dijo pensativa, mientras balanceaba una pierna sobre la otra, trazando un círculo en el aire.
- ¿Como qué, Mag? ¿Qué vas a hacer en tu vida?
- Me voy a enamorar de un desconocido, voy a conducir un descapotable, voy a bañarme desnuda en el mar, seré la amante de un fotógrafo, y la nínfula de un hombre respetable, estudiaré de noche en una biblioteca y bailaré hasta el amanecer por la calle, cantaré en un karaoke y compraré cosas estúpidas sólo por lo estúpidas que son... y viajaré mucho, y tendré tantos recuerdos felices y tristes que cuando me vaya a morir pensaré "¡Dios, por fin, no me cabía nada más en la cabeza!".
- Creo que vas a tener una vida fascinante, Mag, fascinante- y miré con ternura a mi hermana pequeña adormilada sobre mi pecho.

Gracias


Siempre nos enseñaste a perseguir nuestros sueños, a luchar por lo que queriamos, a no rendirnos nunca. Sólo así, dijiste, conseguiríamos ser felices, serlo de verdad. Quizá yo tendría que haberte hecho caso y haberme enfrentado a muchos de mis temores para ver que detrás estaba lo que realmente quería y que tú, con tu perspicacia, averiguaste al cabo de un par de años. No lo hice, y ahora es tarde para volver atrás y para recuperar todo aquello que hoy me haría feliz. Tampoco me fueron tan mal las cosas, después de todo, pero si te hubiese hecho caso, me habrían ido mejor.


Fuiste de los pocos que logró meternos algo de humanidad entre oreja y oreja, a una edad en que todo lo que decía cualquier mayor nos parecía un rollo insoportable. Pero tu nos penetrabas, con tus ojos azules, llegando a todos nosotros y haciendonos sentir personas, y no críos insoportables.


Por todo ello, gracias, gracias, gracias.





A Óscar, fallecido el 25 de febrero.

Cada lágrima que derramamos por ti es un recuerdo feliz en nuestra memoria.

La tenebrosa confesión de Amelia


Cuando terminé de contarle todo a Amy, sorbí las últimas gotas del batido de fresa y dejé el vaso sobre la mesa de madera. Ella seguía paralizada. Me miraba con una mezcla de temor, incredulidad y admiración. Finalmente me dijo, con la voz temblorosa:
- Pero... ¡pero todo eso es terrible! ¡Eres una mala persona! ¡Eres realmente mala!
- Te dije que no te iba a gustar, no tendrías que haber preguntado. Si, soy mala, realmente terrible, pero ¿y qué? Alguien tiene que serlo. No todo la gente es buena, Amy. El mundo se divide a partes iguales en personas buenas y malas, y a mi me tocó en el equipo malo. La vida es así.
  "Cuando la gente te diga que el fin no justifica los medios, miente. Cuando dicen que nunca pensaron en hacer daño a nadie, incluso del modo más inocente que te puedas imaginar, miente. Todos somos malos en el fondo. El ser humano es así. La gente buena dice que el mundo se mueve por amor, pero eso es mentira. El mundo se mueve por odio, por mucho odio. Puedes huir de él o perseguirlo, pero hasta el ser más bondadoso del mundo tiene un ápice de maldad: o copió en un examen, o rompió algún corazón, o pensó en robar un simple bolígrafo de papelería... Sin embargo, al revés no ocurre. Una persona que de verdad sea mala, que no lo intente, que le salga sin más, no tiene ni un atisbo de bondad. Nunca piensas en ayudar, no lo consideras necesario. Nunca piensas en consolar, no es asunto tuyo. Incluso en el amor, no quieres amar... sólo ser amado. Sólo disfrutar tú."
  " Si, es cierto, soy una mala persona. Soy vengativa, manipuladora, mentirosa, hipócrita.... ¿pero sabes que? Sólo lo soy con los demás. Por eso, Amy, cuando me vaya, cuando muera, seré de esas pocas personas que se vaya a la tumba en paz consigo misma. Y no con los demás. ¿Qué mas dan los demás? No te van a acompañar en el nicho."


Una nueva amistad


- ¿ Y que hay que hacer para que seamos amigos, Carlota?
- ¿Para ser amigos?... No se, experiencias. Un par de noches locas en las que terminemos bailando en una pista vacía, coger el coche sin ninguna dirección porque sólo te importe la compañía, llamadas telefónicas sin ningún pretexto, alguna cena en la que todo acabe chamuscado, noches en vela hablando hasta las tantas, ir a la compra y terminar comprando de todo menos lo de la lista,... y lágrimas, muchas lágrimas que encuentren consuelo y un abrazo mudo que las apoye.... y más o menos, nada más, creo yo.
- Vale, ¿empezamos?

Adiós Caroline


- ¡ No es culpa mía, Adam, no lo es!-

Caroline parecía fuera de sí cuando empezó a gritarme. Su mano, delgada y muy frágil, en sintonía con el resto de su cuerpo, agarraba con fuerza el respaldo de la silla, hundiendo sus esqueléticos dedos en la espuma forrada de terciopelo rojo. Sus ojos temblaban, y se movían rápidamente por toda la habitación, buscando cualquier cosa en la que posarse. Cualquier cosa que no fuese mi cara.

- ¡No....no lo es! ... la sigues queriendo, Adam, y no es justo. Lo he intentado, de verdad que si, pero no puedo más. Eres demasiado autodestructivo, la buscas una y otra vez... ¡estás obsesionado con ella! Y no lo entiendo, Adam, de verdad que no. Porque sabes que ella te quiere, lo sabes, y aun así no estás con ella. Y me utilizas a mi, Adam, para intentar darle celos. Y no lo consigues, sabes que no. No puedes con ella, juega contigo como con un pelele, te coje y te tira igual que coge y tira una revista cuando ya le aburre... Y aun así, aunque te trate mal, aunque tu intentes darle celos, aunque los dos intenteis con todas vuestras fuerzas haceros daño, y lastimaros.... seguis igual. Seguís enganchados. ¿Por qué, Adam, por qué?

Y en ese momento, lo que hasta entonces habían sido sollozos entrecortados por el hipo dieron paso a un lamento profundo y grave, y a unos surcos enormes que le recorrían el rostro. Bajó lentamente la cabeza hasta apoyarla en la mano que tenía sobre el respaldo. Y así, viendo a Caroline hundida y encorvada, dolorida y rota, fue cuando me dí cuenta de que tenía razón.

- No lo se, Carol... pero es así. Siempre seremos nosotros. Aunque estemos con otras personas, aunque nos casemos y tengamos hijos con otros, aunque parezca que toda nuestra vida ha cambiado... nosotros siempre seremos así, siempre. Puede que tengas razón, puede que seamos autodestructivos... pero no la cambiaría por nada. Y no la sustituiría por nadie. Es ella. Mi ella. Lo siento, Caroline. Adiós.

Y mientras cerraba la puerta  de aquella casa, que había sido mía los últimos dos años, empezé a marcar tu número.

JOYEUX ANNIVERSAIRE POUR MOI!!


Hoy es el cumpleaños de Kate Bosthworth
.....y también el mío!!!!! :D :D :D

((aunque yo soy un poco más pequeña que ella))


HAPPY BIRTHDAY TO ME!!!
JOYEUX ANNIVERSAIRE POUR MOI!!!
FELIZ CUMPLEAÑOS PARA MI!!!


((y para Katie, que no se cele))